La estilográfica se compone de varias partes de las cuáles las más llamativa son la estética, el tamaño, el diseño del plumín y el peso del mismo. Obviamos que gran parte de la calidad de la estilográfica reside en el conjunto boquilla-plumín, debido a que hay un elemento fundamental, además del plumín, que hace que el funcionamiento de la propia estilográfica cobre vida, se trata del alimentador, justo lo que hace que realmente funcione con un proceso interesante.
Anteriormente hablamos del principio de la capilaridad que es el proceso de alimentación que se desarrolla en la estilográfica moderna, junto con este fenómeno se intercambian el aire por la tinta, todo ello para que se mantenga el flujo continuo de la tinta.
Es aquí donde hablaremos del alimentador, proceso que continua en la estilográfica moderna y que empezó en la antigua, aunque se diferencian en el proceso.
El Alimentador.
El alimentador tuvo que fabricarse en el momento que se incorporó el sistema de carga de la estilográfica para que incrementara su autonomía y funcionalidad, todo ello con la base de la capilaridad que ya vimos, que hacía que a través de este intercambio de tinta-aire tuviera como objetivo el flujo de tinta deseada del propio plumín, gracias a ello podemos escribir bastante tiempo sobre el papel.
Si vemos un alimentador antiguo veremos que tiene dos flujos en un mismo canal, permitiendo que uno de ellos lleve la tinta hacia el plumín a la vez que el otro lleve aire al depósito por lo que impide que se produzca el vacío en la carga tinta, en este caso conllevaría la anulación de todo flujo.
Esta doble circulación se utilizaba en las estilográficas antiguas porque las tintas eran más espesas, el propio canal del alimentador que a su vez abastecía de tinta el plumín y de aire el depósito.
El proceso.
En las estilográficas actuales tuvieron que separar los canales debido a la gran fluidez de las nuevas tintas que hoy se comercializan, en este sentido el mismo proceso de intercambio se genera de forma independiente teniendo una gran mejoría en la precisión y comportamiento de la escritura.
Este desarrollo del que hablamos transcurre en el momento que empezamos a escribir con nuestra estilográfica sobre el papel, hecho en el se produce el intercambio, además, no todos los componentes que forma este proceso tienen un comportamiento uniforme, refiriéndonos a que existen cambios debido a la presión en la escritura, calidad del papel, presión atmosférica …, por eso observamos que los diseños de los alimentadores no sólo sirven como canal interno del flujo de tinta sino que también las diferentes geometrías en el diseño y su tamaño tienen el propósito de almacenar tinta para regular el exceso o falta de tinta en el plumín según nuestra forma de escritura.
Por eso es muy importante que nuestra estilográfica tenga un buen alimentador, ya que en gran medida hará que el funcionamiento de la estilográfica sea perfecta.
El alimentador, con el paso del tiempo, es considerado como uno de los grandes avances tecnológicos jamás desarrollado en el mundo de las estilográficas.